Paleta de sensaciones
Se levantó de ese sillón opaco, con la hoja blanca y una pequeña lista cursiva:
-Caminar diariamente por la orilla del mar. Era más difÃcil de lo que imaginaba, quizás nunca reparó en la orilla. Lo lograrÃa más adelante, pero ahora disfrutaba jugar con las ninfas, la espuma frágil sobre las rocas, el cangrejo carmÃn desafiante...Quiere quedarse ahÃ, las orillas nunca fueron de su agrado. Y siguió leyendo.
-Recostarse sobre el césped húmedo. Intentó encontrarlo, pero sus ojos no conocen el verde. Recordó las fotos cepia, los tacos rojos y los sueños dorados. Las noches negras, el vestido blanco, la rosa rosa. Y siguió leyendo.
-Cerrar los ojos y relajarse. Si lo hacÃa seguro aparecerÃan las voces. Las agujas la perseguirÃan hasta mostrar su lado oscuro. Miró su mano y ya no estaba. En su lugar los guantes muertos de una muñeca intentaban tapar su boca roja. Y dejó de leer.
Se exilió junto al rÃo, desnuda, con la hoja blanca y las letras inquietas, la cama blanda, lejos...el cielo brillante, cerca...
Suspiró, transparente...y entendió a qué se referÃan esas letras...cada oración pintó una respuesta. Cada una dibujó un sentimiento y un momento de su vida...
Volvió a aquella casa, golpeó la puerta azul y dijo:
"Equilibrio. Nostalgia. Miedo."
...El hombre de gafas sonrió, cómplice...sabÃa que nunca más la verÃa asÃ...derretirse gris sobre sus hombros...
-Caminar diariamente por la orilla del mar. Era más difÃcil de lo que imaginaba, quizás nunca reparó en la orilla. Lo lograrÃa más adelante, pero ahora disfrutaba jugar con las ninfas, la espuma frágil sobre las rocas, el cangrejo carmÃn desafiante...Quiere quedarse ahÃ, las orillas nunca fueron de su agrado. Y siguió leyendo.
-Recostarse sobre el césped húmedo. Intentó encontrarlo, pero sus ojos no conocen el verde. Recordó las fotos cepia, los tacos rojos y los sueños dorados. Las noches negras, el vestido blanco, la rosa rosa. Y siguió leyendo.
-Cerrar los ojos y relajarse. Si lo hacÃa seguro aparecerÃan las voces. Las agujas la perseguirÃan hasta mostrar su lado oscuro. Miró su mano y ya no estaba. En su lugar los guantes muertos de una muñeca intentaban tapar su boca roja. Y dejó de leer.
Se exilió junto al rÃo, desnuda, con la hoja blanca y las letras inquietas, la cama blanda, lejos...el cielo brillante, cerca...
Suspiró, transparente...y entendió a qué se referÃan esas letras...cada oración pintó una respuesta. Cada una dibujó un sentimiento y un momento de su vida...
Volvió a aquella casa, golpeó la puerta azul y dijo:
"Equilibrio. Nostalgia. Miedo."
...El hombre de gafas sonrió, cómplice...sabÃa que nunca más la verÃa asÃ...derretirse gris sobre sus hombros...
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