Mi vida sin mi

Aquí pongo todo hoy. En esta procesadora.

Las promesas, las fotos, personas, videos, amigos, mascotas, rostros, manos, puños, sueños, caricias, libros.
Emociones atrapadas en estalactitas que intentan perdurar sin pedir permiso.
Palabras y acciones, abrazos, perfumes, dudas, mentiras y verdades. Estas manchas grises que aparecen entre los colores.
Los árboles y el cemento.
La complicidad y la complejidad.
Los momentos y los no momentos. El tiempo que no pasa y todo lo que pasa.
La diversidad y mi estúpido ideal de unidad.
Toneladas de sonrisas, millones de lágrimas. Expresiones, miradas, espejos, cuchillos. Una valija y tantos viajes.
Mis montañas, mi gente, mi nostalgia.
Un sillón testigo de las noches.
Una carta en forma de barquito, tan reciente que pide un careo con el tiempo.
Dos hipocampos y una ilusión.
Mi torpeza, mi impulsividad, mi sensibilidad, mi curiosidad, mi constancia, mi ignorancia, mi incongruencia, mi pasión, mis letras. Mi imperfección, mi humanidad. Mi yo perdido.
Mi maldita honestidad bruta que reclama feed back.
Mi maldita intuición.
Este nosotros que creía inquebrantable.
Este agujero acá. Este fondo. Este vacío.
Este proyecto y todos los comienzos.
El valor de ciertas personas o la levedad de ciertas cosas.
El ayer, el hoy y la mutabilidad.
Las sorpresas y los imposibles.
Más palabras: palabras hermosas, dolorosas, fuertes, inolvidables. Palabras de aliento, palabras maquilladas, palabras silenciadas, silencios que aturden.
Cartas sin enviar y preguntas sin respuesta.
Todos estos recuerdos pidiendo protección.
La música.
La felicidad y la tristeza. El arte y la guerra. Las contradicciones y lo inexplicable.
La lucha que no fue y las ganas que se van. La eternidad que no es.
Lo esencial y los ojos ciegos.
La fe y el perdón. Mi fuerza muerta, mi esperanza dormida. Mi coraje a pesar de.

Todo este amor insuficiente y toda esta vida. Todo este dolor y frustración.
Y ese "lugar donde siempre nos vamos a encontrar".

Acá lo dejo todo, procesando. Me voy un ratito de mí.