De un mundo

El mundo es como una silla donde un día te sentás a observar. Y van pasando. Pasa gente, animales, cosas. Algunas vuelan y otras se congelan. Alguno viene, te ocupa la silla y piensa que le sienta mejor. Otro comparte un pedacito de almohadón y te da un mate.
A veces te sentís con bronca y te sentás con bronca. Se rompe una pata y la pegás con plasticola. O salís a probar otras sillas y te roban la tuya. Y si te la devuelven pensás "claro! quién quiere mi mundo?".
De pronto viene alguien que quiere sentarse al lado, y la convierte en una hermosa silla de dos cuerpos.
Ahora la cuidás, le das brillo, la pintás, la decorás. Pero sigue siendo la misma...y no tiene rueditas.

Y siguen pasando.


Entonces te levantás y decís: "No importa, dale, caminemos".


El que tenga una canción tendrá tormenta,
el que tenga compañía, soledad,
el que siga buen camino tendrá sillas
peligrosas que lo inviten a parar.
Pero vale la canción buena tormenta
y la compañía vale soledad.
Siempre vale la agonía de la prisa,
aunque se llene de sillas la verdad.
(Silvio Rodriguez)

In the waiting line

El mecanismo es así: si me apasiona o me cuesta, inmediatamente lo hago imagen.

Entonces, una madrugada como esta sería una mujer azul que camina en cámara lenta. Se saca las sandalias y mira el pasto. Le encantaría acostarse a mirar el cielo, pero está frío. Y húmedo. Tiene una estrella en una mano y en la otra el mapa de un tesoro. Hay una brisa hermosa que viene de lejos. Y un reloj grande y pesado.
Ella corre, baila, sonríe.
Pero siente que no avanza, que sigue en el mismo pedacito de tierra.

Ahí es cuando llega la música...

When the night has come
And the land is dark
And the moon is the only light we see
No I won't be afraid
No I won't be afraid
Just as long as you stand, stand by me.
(John Lennon)

Para salir de gira

Confesión: siempre quise tener una silla giratoria, y en un hermoso lapsus infantil dar vueltas y vueltas, estirando las piernas, mirando al techo, haciendo ruidito con la boca y todo eso.
Hasta marearme y reírme sola.
Es casi tan divertido como jugar a las carreritas con el carrito de supermercado.
Casi tan relajante como saltar en una cama elástica.

Sisi, quiero un parque de diversiones en mi casa.
Con cama elástica y autitos chocadores.


Ok, no. Empecemos con la silla giratoria...



y a vos* gracias, por disparar emociones, sonrisas, recuerdos y mariposas. Todo el tiempo =)

Who knows

Será por el frío. O por la ansiedad.
Será que el piso a veces me parece alfombra, y se me arruga, se me achica, se me mueve, se ensucia, se gasta, se ablanda.
O la impotencia de no ser, de no tener, de no poder, de no entender... tantas cosas. Será que a veces entiendo. O que no me hago entender.
Será la conciencia de saber y de sentir.
Será por la incertidumbre.
Por las ganas de no esperar más. De no extrañar más. Y de abrazar.
Por la falta de pasto en mis pies. Y de burbujas.
Será el sueño. O los demasiados sueños.
Será por mi naturaleza lacrimógena. O por el cansancio.
Por la impulsividad. Y la sensibilidad.
Será que me hice adicta a las risas.

No sé por qué, pero algo me dice que estoy triste.
Y espero que ese algo se equivoque, o se calle.