Demasiadeses
El valor de las palabras. Palabras que valen. Palabras que cuestan. Palabras que duelen. Silencios que duelen. El costo del silencio. El valor del silencio. El precio del amor...o todas juntas.
Cuánto tiempo y saliva perdidos. Cuánta palabra ahorrada, y silencio desaprovechado...¿Cuánto pesan las palabras?
Cuánta gente que no estudia suficiente, o quizá estudia "demasiado" en esta difÃcil facultad...y sÃ, Comunicando un sentimiento suele ser la materia que recursan, y el que está de este lado se queda vacÃo, anhelando que al menos una vez, la relación palabra-sentimiento-silencio sea equilibrada. Que lo que diga el otro sea real, no un versito maquillado para la ocasión, o una frase de señalador de novela de CorÃn Tellado.
Gente que sabe que lo que diga puede y va a ser usado en su contra...que si habla, debe ser más valioso que el silencio...ah sisi, lo saben...pero quizá nunca entendieron que el amor no se pesa en esa balanza, donde van las papas y las cebollas...
Cuánto necesité que me dijeras las cosas asÃ...sin rÃmel. De frente, mirando mis ojos aguados...asÃ, a cara lavada...
Update: "es que te amo demasiado..." dijo él, temblando como una hoja, evadiendo miradas, minutos antes de darme el beso más frÃo y más triste del mundo. El último. Y su boca cobarde, dÃas después, entregaba besos livianos en 3 cuotas sin interés...
Cuánto tiempo y saliva perdidos. Cuánta palabra ahorrada, y silencio desaprovechado...¿Cuánto pesan las palabras?
Cuánta gente que no estudia suficiente, o quizá estudia "demasiado" en esta difÃcil facultad...y sÃ, Comunicando un sentimiento suele ser la materia que recursan, y el que está de este lado se queda vacÃo, anhelando que al menos una vez, la relación palabra-sentimiento-silencio sea equilibrada. Que lo que diga el otro sea real, no un versito maquillado para la ocasión, o una frase de señalador de novela de CorÃn Tellado.
Gente que sabe que lo que diga puede y va a ser usado en su contra...que si habla, debe ser más valioso que el silencio...ah sisi, lo saben...pero quizá nunca entendieron que el amor no se pesa en esa balanza, donde van las papas y las cebollas...
Cuánto necesité que me dijeras las cosas asÃ...sin rÃmel. De frente, mirando mis ojos aguados...asÃ, a cara lavada...
Update: "es que te amo demasiado..." dijo él, temblando como una hoja, evadiendo miradas, minutos antes de darme el beso más frÃo y más triste del mundo. El último. Y su boca cobarde, dÃas después, entregaba besos livianos en 3 cuotas sin interés...
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