Carta abierta al tiranosaurio
Me dirijo a ud. para comunicarle con el debido irrespeto, que su habitual y descomunal orín, no ha sido bienvenido sobre mi persona durante todo este tiempo. Hemos podido convivir y manipular -no obstante- las consecuencias de su arribo a mi vida.
Por tales motivos, le agradeceré que a partir de este instante, expela su líquido excrementicio sobre algún otro ser que aprecie su valor y calidez.
Recuerde notificar de inmediato su partida. Será un día de júbilo y se realizarán numerosas celebraciones, a las que no será invitado. Recuerde también, olvidar por completo mi paradero, mi nombre y mi existencia.
Por los innumerables momentos compartidos: de nada, y será hasta nunca.
La desagradecida.
Por tales motivos, le agradeceré que a partir de este instante, expela su líquido excrementicio sobre algún otro ser que aprecie su valor y calidez.
Recuerde notificar de inmediato su partida. Será un día de júbilo y se realizarán numerosas celebraciones, a las que no será invitado. Recuerde también, olvidar por completo mi paradero, mi nombre y mi existencia.
Por los innumerables momentos compartidos: de nada, y será hasta nunca.
La desagradecida.
Etiquetas: broncas
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