IV. Espuma nocturna
Coni lleva en su bolsillo la listita chongo-top. Ante cualquier emergencia de infelicidad, juró hacer uso y abuso de los nombres que osan (y gozan) figurar en los 10 primeros puestos. Esa noche marcó el número 2.
Él, sumergido en aguas turbulentas, adoró el sonido y deseó su presencia. Ella, fiel a su rubiez, cambió de estrategia: retocaría su labial, dejaría pasar las horas en un bar, y soñaría con ocupar su almohada. Su plan, como siempre, salió a la perfección.
Ella sigue teniendo. Él sigue queriendo...
Carol espera. Su lista tiene más nombres y esa noche agregaría uno. Nono, no es afortunada...
La lista loser-top se renueva día a día. A veces piensa que debería escribirla en papel higiénico, pero tal vez no alcance.
En julio harán intercambio listeril. El problema es que a Carol no le queda bien ese labial...
Él, sumergido en aguas turbulentas, adoró el sonido y deseó su presencia. Ella, fiel a su rubiez, cambió de estrategia: retocaría su labial, dejaría pasar las horas en un bar, y soñaría con ocupar su almohada. Su plan, como siempre, salió a la perfección.
Ella sigue teniendo. Él sigue queriendo...
Carol espera. Su lista tiene más nombres y esa noche agregaría uno. Nono, no es afortunada...
La lista loser-top se renueva día a día. A veces piensa que debería escribirla en papel higiénico, pero tal vez no alcance.
En julio harán intercambio listeril. El problema es que a Carol no le queda bien ese labial...
Etiquetas: cuentos y otras yerbas
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